Entrevista a Xavi Aguado

“Yo confío en la plantilla del Real Zaragoza”

El ex jugador del Zaragoza compartió con los alumnos del Máster de Heraldo de Aragón sus recuerdos en el equipo y sus opiniones acerca del presente del club.

¿Tu nombre es un referente del equipo del Real Zaragoza?
Sólo llevo retirado cuatro años y creo que la gente no ha percibido la lejanía. El mejor premio que te queda después de dejar el fútbol es el apoyo del público. Lo que queda en la memoria es el recuerdo del trabajo bien hecho.
El Zaragoza tiene ahora la mejor plantilla de su historia, ¿qué le pasa entonces para que no funcione?
Hay varios factores que lo justifican. En primer lugar existen varios jugadores que se incorporaron tarde por la Copa de América y esto, al final, lo paga el equipo. También hay un exceso de lesiones en jugadores de defensa y el equipo juega con dos hombres inexpertos en primera división. Se une a esto los partidos que han jugado mal y la forma inexplicable en la que se han venido abajo. Víctor Fernández no ha dado con el equipo ideal. Por otra parte hay buenos titulares y un buen banquillo. La plantilla es la mejor que se ha visto en muchos años. Es cuestión de tiempo y todavía pueden levantar el vuelo. Yo confío en esta plantilla.
Cuando se plantea esta situación con el Zaragoza, surge el tema de la cantera, ¿crees que está bien cuidada?
Si, el problema de la filial es que está muy abajo. Bajaron de 2ª B a 3ª y no está al nivel de otros años. Si el filial no sube a 2ª, tendrá que ser el Huesca quien tome el relevo para formar futbolistas que den el salto al Zaragoza.
Fuiste el jugador del Zaragoza que más veces vistió la camiseta del equipo, ¿te has plantado vestir el uniforme de entrenador?
Me saqué el título de entrenador nacional, pero tampoco lo tengo en mente. Aunque nunca se sabe. Ser entrenador me gustaría, l problema es que un entrenador de primera división está mucho tiempo alejado de su familia, vive la realidad de la vida a apartado, solo, esto es lo que me tira para atrás. El no poder convivir el día a día familiar no compensa ni con todo el oro del mundo. De momento es un estilo de vida que no me atrae.
¿Qué sentiste cuándo ganaste la Recopa?
Sientes que estás en una nube, que es un sueño. Pero le das más relevancia con los años, te das cuenta que hiciste algo importante, que hiciste feliz a mucha gente.
¿Se siente más alegría al subir de 2ª a 1ª división?
Si que se siente más alegría que al obtener el título. Es otro tipo de alegría, más contenida. La liberación y la satisfacción que se siente es inimaginable. Es un estado de liberación total.
¿Hay algún título que te habría gustado ganar?
Siempre me habría gustado ganar una liga, pero era muy difícil. Para el Zaragoza es más fácil ganar torneos cortos como la Copa que competir a nivel muy alto durante muchas jornadas. Ganar una liga hubiera sido el remate final.
¿Te queda una espinita por no haber formado parte de la selección española?
Si que te queda dentro algo por no haber disputado un partido con la selección y sentir lo que es defender el equipo nacional, pero Clemente tenía ya su equipo muy hecho y no faltaban centrales. Ahora sería diferente porque falta consistencia en la parte de atrás del equipo español.
¿Cuál es el entrenador del Zaragoza que más valoras?
Cada uno tiene su valor, pero me quedaría con Lillo. Sólo estuvo tres meses, pero en ese tiempo me ha aportado lo que no me han echo otros entrenadores en tres años. Es un técnico infravalorado por la manera que tiene de hablar, su concepción de la vida y su presencia física, pero de una dimensión enorme en los aspectos técnico, humano y futbolístico. Tuvo mala suerte y no encajó bien en el Zaragoza, sin embargo todos los días te enseñaba algo nuevo.
Hace cuatro años que te retiraste del futbol, ¿cómo es volver a la vida normal?
A cada uno le cuesta de distinta manera. Yo tengo la fortuna de valorar las cosas desde pequeño. Cuando empecé a tener un nivel de vida más alto, a ser conocido y gozar de ciertos privilegios, era consciente de que esos días llegarían a su fin y volvería a ser una persona normal. Esto lo da la formación de cada uno, lo que se ha vivido antes de ser futbolista y los valores que le ha dado su familia. Es el final de una etapa y el principio de otra.