- Los problemas se solucionan sentados hablando tranquilamente.
- Montar a caballo impide que puedas apoyar tu trasero en una silla.
- Luego, por lógica común, los políticos se la pasan cabalgando todo el día.
Entre tanto trote es normal que nuestros pobres dirigentes sufran estos terribles efectos secundarios y les sea imposible mantener una conversación pacífica intercambiando puntos de vista diferentes y encontrando soluciones por ejemplo para que no muramos asesinad@s por nuestros compañer@s, o para que nuestros hijos no violen a su compañerita de pupitre y entiendan que comprensión y escrita puede ir unido, o para que podamos comer tortilla de patata sin que sea un alimento de lujo, o para que las casas no estén hechas de lingotes en lugar de ladrillos.
Y si, claro, ahora en época de elecciones lo que prima no es conversar, sino hacer demagogia. Menos preocuparse por una futura niña hipotética y más por los que seguimos vivos no sabemos hasta cuando. Habrá que esperar que acaben las eleciones para recordarles que menos susurrar a los caballos y más parlamentar entre ellos, que para eso se le puso ese nombre a la sala. ¿Y no se parte la gente la espalda trabajando? Pues el culo no es sino una prolongación.
3 comentarios:
El día 9 todo el mundo a votar, coño!!
Filosofía de la que me mola! Si señor! Y el 9... pos ya veremos. A lo mejor hay que taparse la nariz y votar... O mejor... botar y pedir asilo político... pero ¿dónde?
Qué sabia eres Or!!!
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