César Torres en su establecimiento de comida colombiana
Attila Tamas es rumano con nacionalidad húngara. Vive en Zaragoza desde hace algo más de cinco años y desde hace uno tiene una empresa de ebanistería y aislamientos para la construcción, Aislamientos Doble A. Él es uno de los 8.524 extranjeros que han optado por hacerse autónomos en Aragón y crear su propia empresa. Como César Torres, colombiano que tiene su propio restaurante “Pollos y Antojitos”. Ambos son autónomos, una opción laboral que va a más, tal y como explica el secretario de la Unión de Profesionales y Trabajadores Autónomos de Aragón (UPTA), Alvaro Bajén.
Attila vive solo en un piso del barrio de San José. "Antes lo compartía con mi hermana y su marido, que también vinieron desde Rumanía, pero ahora se han mudado a otro apartamento". Attila habla castellano perfectamente aunque pronuncia las tes y las erres con fuerza, lo que deja patente su procedencia del este de Europa. "Llevo sólo un año con la empresa porque no podía hacerme autónomo antes, necesitaba una nueva revisión de mi permiso de trabajo, la última; ahora ya tengo el permiso permanente y he podido trabajar por mi cuenta", añade. Attila se refiere a los trámites que deben seguir los extranjeros extracomunitarios para obtener un permiso de residencia y de trabajo en nuestro país. Búlgaros y rumanos forman parte de la Unión Europea desde 2007 y ya no tienen que pasar por tantos trámites. Sin embargo, hasta el momento de su incorporación a la UE, los inmigrantes de estos países debían seguir el mismo procedimiento que todavía sigue el resto de los extranjeros extracomunitarios.
César Torres es uno de estos extranjeros no europeos. Vino de Colombia hace ocho años y desde hace tres regenta junto a su mujer un restaurante de comida colombiana en la capital aragonesa. "Empecé yo sólo con el restaurante y ahora tengo dos socios, miembros de mi familia, con los que he abierto dos restaurantes más, uno de ellos en Madrid. Damos trabajo a 15 personas de diversas nacionalidades, como nicaragüenses y paraguayos ", dice orgulloso. "Siempre quise montar mi propio negocio, pero tuve que esperar 5 años para hacerlo porque no era ciudadano de la UE”, añade César. En el transcurso de esos cinco años, César Torres trabajó como asalariado en diversas empresas de construcción, pero en cuanto consigió el permiso de trabajo definitivo montó su negocio. “En ese momento apenas tenía competencia, -dice César- en Zaragoza no había restaurantes de comida latinoamericana para latinoamericanos” precisa.
En este sentido, Álvaro Bajén explica el procedimiento que deben seguir los extranjeros para poder registrarse como trabajadores autónomos. "Los extranjeros extracomunitarios que llegan a nuestro país -explica Bajén-, consiguen en primer lugar un permiso de residencia y de trabajo limitado a un año; normalmente suele ser por cuenta ajena y en un sector determinado. Tras este primer año, los inmigrantes deben hacer una primera renovación de su permiso que se tramita en la Delegación de Gobierno; si se cumplen los requisitos exigidos, el permiso de trabajo se amplía por un periodo de dos años más sin limitación de actividad", concluye el secretario.
Pero los trámites no acaban ahí, según la UPTA, la última renovación conlleva un aplazamiento de otros dos años, sumando así, un total de cinco. A partir de ahí el permiso de trabajo es permanente y da la posibilidad al inmigrante de ejercer la actividad que desee tanto por cuenta propia como ajena.
Algo más sencillo lo tienen los extranjeros que vienen de países de la UE, como polacos, rumanos y búlgaros (desde 2007). Para estos ciudadanos comunitarios que pueden residir en cualquier país europeo, solo es necesario presentar el documento nacional de identidad que solicitan en la oficina de extranjería. Una vez que se obtiene este documento, los trabajadores extranjeros tienen que seguir los mismos pasos para ser autónomo que cualquier ciudadano español.
En el caso de los comunitarios rumanos y búlgaros existe, además, una restricción al ejercicio de la actividad por cuenta propia y sólo se les permite trabajar por cuenta ajena, es decir, como asalariado. Esto es la llamada moratoria de dos años que tendrá vigencia hasta el 1 de enero de 2009. Según esta moratoria, además, los rumanos y búlgaros residentes en España sólo pueden ejercer las actividades que previamente se han decidido, generalmente construcción, hostelería, transporte y comercio. Las razones de estas limitaciones, según Álvaro Bajén, son de orden socio-político, es decir, con ellas se evita que haya un movimiento masivo de trabajadores y que al mismo tiempo se saturen ciertos sectores económicos nacionales como fábricas o servicios.
Nacionalidades y sectores de actividad
Nacionalidades y sectores de actividad
Cifras, nacionalidades y sectores de actividad
Pese a todos los trámites que deben seguir, cada día se registran más autónomos extranjeros en la Seguridad Social. En lo que llevamos de mes se han inscrito 1.569 nuevos afiliados autónomos en España, de los que la mayor parte son rumanos. En este sentido, la media en Aragón triplica la española. Los autónomos extranjeros en Aragón representan el 8,1%, del total de los autónomos, un porcentaje ligeramente superior a la media española que está en 7,1%.
Las razones de este incremento son claras. "Contratado como peón ganaba menos y trabajaba más, de 10 a 12 horas incluidos los fines de semana - explica Attila -. Como autónomo yo pongo el horario, sé lo que tengo que hacer y cómo lo hago. También tiene sus inconvenientes: Hay temporadas mejores que otras, no tengo un sueldo fijo y las facturas hay que pagarlas todos los meses, pero aún así me compensa", añade Attila.
Las razones de este incremento son claras. "Contratado como peón ganaba menos y trabajaba más, de 10 a 12 horas incluidos los fines de semana - explica Attila -. Como autónomo yo pongo el horario, sé lo que tengo que hacer y cómo lo hago. También tiene sus inconvenientes: Hay temporadas mejores que otras, no tengo un sueldo fijo y las facturas hay que pagarlas todos los meses, pero aún así me compensa", añade Attila.
La mayoría de los extranjeros que deciden inscribirse en la Seguridad Social como trabajador autónomo o que crean su propia empresa, son ciudadanos comunitarios, polacos, búlgaros y rumanos sobre todo, este colectivo suma 4.381 trabajadores en Aragón, es decir, más de la mita de todos los autónomos extranjeros en esta Comunidad Autónoma que son 8.535.
Los sectores por los que se deciden son la construcción, la industria manufacturera y la hostelería. Aunque los ciudadanos no comunitarios también se animan cada vez más, los extranjeros provenientes de China, Marruecos y Ecuador encabezan esta lista creando empresas de construcción, hosteleras, comercios y talleres de reparación de vehículos de motor.
Los sectores por los que se deciden son la construcción, la industria manufacturera y la hostelería. Aunque los ciudadanos no comunitarios también se animan cada vez más, los extranjeros provenientes de China, Marruecos y Ecuador encabezan esta lista creando empresas de construcción, hosteleras, comercios y talleres de reparación de vehículos de motor.
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