por María OrdovásLa precariadad laboral no es paradigama exclusivo del mundo periodístico. Los bajos salarios, los contratos dudosos y las horas desmedidas son bandera común de practicamente todas las profesiones en España. Nosotros, proyecto de periodistas, como futuros trabajadores de una de las profesiones liberales con más prestigio de la historia, quizá lo tenemos un pelín más didícil, pero solo eso. Los filólogos, profesores, historiadores, arqueólogos, sociólogos, geógrafos..que nos abordan en los pasillos del Corte Inglés pueden hablarnos de frustraciones aún peores.
Nadie dijo que esto fuera fácil, es una mierda, si, pero lamentablemente vivimos en un mundo en el que hay poca gente imprescindible. Somos como churros. Uno detrás de otro en fila india y cortados con molde, paquetes de pan bimbo blanco, sin color; el que sale un poco mohoso se le tira a la basura, no vaya a ser que nos contaminemos.
O pasas por el aro o dejas que pase otro.
¿Estamos de verdad dispuestos a cederle el paso a otro? ¿Nuestro orgullo puede permitírselo?
Si, puede. Lo malo es que con el paso de los años dejando pasar delante a rebanadas impolutas, corremos el riesgo de que ese mundo ideal estupendo que soñamos solo exista en Paris, o en los Monegros dentro de unos años.
El idealismo ha muerto. ¿el idealismo ha muerto?
3 comentarios:
No María. El idealismo no ha muerto ni morirá mientras haya gente con ganas y con fuerza para luchar. Y yo me incluyo entre los luchadores. Tú también deberías luchar. TODOS deberíamos ser luchadores.
Estoy harta de tanto pesimismo y empresa, callemosles la boca con acciones...
" Y..si somos el futuro: ¿ Por qué nos lo ponéis tan duro? Media vida estudiando, si luego te van a dar pol culo..." Decía la canción, lástima que sea cierto. Un besito María, me gustan tus reflexiones.
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