Pabellones de calidad

Por lo visto solo seis países participantes en la Expo 2008 han comenzado las obras de sus pabellones, entre ellos Francia y Japón. Los países restantes todavía no han empezado la construcción de sus edificios. No sólo eso, un tercio de los mismos ni siquiera tienen proyecto ejecutivo para llevar a cabo las obras, es decir, 34 países aún no saben muy bien lo que van a hacer. Y encima, la mayoría se ha saltado directamente la fase previa de diseño básico del proyecto porque no llegan a cumplir los plazos. - Total, ¿para que sirven las fases previas?, Para perder el tiempo -, deben de pensar. - Nosotros vamos a meternos en materia ya desde el principio, y si se nos cae el pabellón, convertimos los restos en arte conceptual, que está de moda –.
Sólo seis países se encuentran en la fase ejecutiva del proyecto. Pero no nos preocupemos, el presidente de Expoagua, Roque Gistau, va a ver si pone orden y les mete un poco de prisa a los rezagados. Gistau afirma que todos llegarán a tiempo para la muestra. Todos los países tendrán su pabellón. Lo que no sabemos es con qué nivel de calidad. Por lo visto levantar un prefabricado para que dure tres meses no debe de costar demasiado y se lanzan sin orden ni concierto. Chapa por aquí, viga por allá y listo.
Sin embargo no me refiero a la calidad del continente sino a la del contenido. Toda muestra que se precie debe basarse en unos criterios estudiados y en un discurso coherente. ¿Será que los participantes han dado prioridad a la elaboración del mensaje expositivo y se les ha echado el tiempo encima? ¿Habrán dejado de lado la fase previa del diseño porque empleaban su tiempo en construir un programa expositivo de calidad? Será por eso, claro.