Ni Iker Casillas ni siquiera Iker Jimenez. Hoy he conocido a otro Iker que bien podría aparecer en el programa Cuarto Milenio, aunque no como presentador precisamente. Mi nuevo amigo se llama
Iquer "el Excelente".
Hoy le hemos visto la cara, bueno, lo que quedaba de ella. Porque Iquer...es una momia. Un arquero de alta jerarquía perteneciente al ejército faraónico del Imperio Medio, en la época en la que Egipto se unificó, allá por el año 2000 antes de Cristo y se convirtió en uno de los imperios de la antigüedad que más ha trascendido a nuestra época, por muy diversas razones.
Un equipo de arqueólogos españoles, comandado por el científico del CSIC José Manuel Galán, ha destapado hoy el secreto mejor guardado de su campaña de excavaciones. El hallazgo de una tumba egipcia en perfecto estado de conservación y sin que haya sido saqueada, lo que resulta bastante complicado en este tipo de excavaciones. Rara vez los arqueólogos encuentran una momia intacta de época tan antigua.
El hallazgo se enmarca en la séptima campaña del 'Proyecto Djehuty', cuyos integrantes investigan las tumbas de Djehuty y de Hery, localizadas en la orilla oeste de Luxor (Egipto), en la necrópolis Dra Abu el-Naga. Djehuty y Hery fueron dos altos dignatarios de la corte de Hatshepsut, una de las pocas mujeres en la historia del antiguo Egipto que ejerció de faraón, en torno al año 1500 a.C.
Ahora comienza realmente el trabajo de investigación, estudio e interpretación de este hallazgo. La fase más dura, pero sin la que sería imposible entender la sociedad que acogió a este guerrero, su desarrollo, su estructura y su forma de vida. Este descubrimiento nos recuerda la importancia del patrimonio arqueológico que Egipto alberga todavía, y los otros Iquer que quedan por descubrir.